"Misa para nuestro ex presidente"

"Su muerte genera un inmenso vacío, porque gracias a su enorme voluntad política el país empezó a salir adelante y a transitar el camino de su definitiva recuperación a favor de las mayorías populares. Soñó y luchó por una patria más justa, más solidaria, más democrática, más integrada, como la que millones de argentinos soñamos y merecemos".

Con este texto que sintetiza mi modesto sentir por la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, por quien siento una especial admiración, me presenté en la secretaría de la parroquia San Francisco Javier para pedir una misa por aquel que fue nuestro presidente y con la intención de que mis breves palabras se leyeran en el momento de invocarlo.

Previa entrega de la colaboración dineraria para la iglesia que se debe realizar en estas circunstancias, la secretaria recepcionó mi solicitud sin anteponer objeción alguna.

Soy católica practicante y arraigo sólidamente los conceptos cristianos que en la Iglesia he aprendido: el amor al prójimo, el respeto por los demás, con sus virtudes y defectos; el respeto por los que piensan distinto, el amor infinito de Dios para con todos los hombres y mujeres (enfermos, niños, pobres y ricos, blancos y negros) y su misericordia por aquellos que alguna vez se desviaron del camino del bien. También aprendí a honrar y respetar a los muertos.

Grande fue mi sorpresa cuando en la misa del 31 de octubre apenas se leyó un párrafo incompleto de mi texto, porque el sacerdote había dado orden de no leer lo que había escrito.

Hablé con él. Ante mi requerimiento me aclaró –y no de buen modo– que eso no se podía leer en la misa, que no sabía quién lo había escrito, que podía haber sido un vagabundo peronista y que en la iglesia se hacía lo que él disponía. Me fui decepcionada, llena de dolor e impotencia y con ciertos interrogantes.

¿Habría en ese texto algún concepto indecoroso u ofensivo para el clero que no podía ser leído en el templo? ¿O fue una actitud notoriamente discriminatoria?

Quizás deba saber el padre que en este país se vive en democracia.

María Merino, LC 4.930.978 

Fuente: Diario Río Negro - Viernes 3 de Diciembre 2010.-